Anyer, al Oeste de Java

Bogor 18-1-9

Acabo de dar una vuelta por esta ciudad, que pisé este mediodía por primera vez atraído por el enorme jardín botánico que domina el centro del casco urbano. Mañana lo estudiaré en profundidad, porque cierran a las 5 de la tarde, y no valía la pena entrar para 3 horas. En cambio lo rodee por completo y fui abriendo boca observando desde la distancia. Al menos desde fuera parece espectacular.

Anyer. Cuanto menos esperas de un lugar, más te da. Creo que a partir de ahora voy a dejar de leer tanto o investigar sobre un lugar antes de ir a él, porque claro, la experiencia de cada cual puede ser muy distinta, e ir con una idea preconcebida es, cuanto menos, injusto.

Después del asfalto y acero de Yakarta, del arte de Yogjakarta y Solo, y del caos de Surabaya, ya volvía a echar demasiado de menos el mar, la arena, las olas y su sonido. Pensé que estando tan cerca mi marcha de este país, sería una despedida cojonuda el volver a disfrutar de unos baños de sol y de agua. Y ya antes de llegar las cosas empezaron bien. En la última entrada comenté cómo conocí en el tren a Andi y a su colega Bikis, que me acogieron en su “apartamento” la primera noche.

A la mañana siguiente me puse en marcha y, sin saber que había como 20 kilómetros de camino hasta la zona chula, me colgué la mochila y tiré pa´lante. A los 5 kilómetros ya empecé a pensar que tal vez no era tan buena idea....y la lluvia vino en mi ayuda!! Una nube muy negra se puso a descargar y me refugié en la entrada de una casa cercana, que resultó ser la morada de una familia de lo más amable. La mujer estaba en el mercado, y el hombre, un joven de 33 años, cuidaba de sus 2 hijos mientras daba vueltas a varios proyectos que tenía en la cabeza. Me invitó a pasar, a tomar un té y charlamos un par de horas. Me explicó que iba a currar en un hotel que estaba cerca de empezar su construcción cuando el “boss” murió de un ataque al corazón, ¡que putada!, así que está buscando otras cosas. Me enseño un dibujo que hizo él mismo, un diseño para una camiseta para vender a los turistas, con el faro del pueblo como reclamo. También el diseño de unos bungalows que pretende vender a algún inversor... Parecía que el hombre no se encontraba muy a gusto cuidando de sus hijos en casa mientras la mujer trabajaba. Ojalá tenga suerte!! Por supuesto, me invitó a dormir en su casa gratis, pero decliné su amable oferta, y cuando paró la lluvia pillé un minibus “angkot” o “bemo” y me bajé cuando empecé a ver hoteles. Pregunté por preguntar en algunos, y me dieron los precios que me imaginaba: de 35$ para arriba: aire acondicionado, tele, sábanas limpias, retrete a la europea.... Ni de coña! En este maldito pueblo tenía que haber “albergues” cutres y salchicheros que son los que molan! Yo quiero sudar por la noche, quiero cagar de cuclillas y quiero agua fría al ducharme, que es más sano coño!

Al final, cuando ya daba por perdida la batalla y me veía aflojando la pasta, se hizo la luz y vi un “losmen” o “albergue”. Está frente al "Hotel Marbella", por si a alguien le interesa. Puse cara de duro y negocié el precio con el dueño. El tipo me pedía 150000 rupias jajajajaja ¡¡Fuerte loco!! Solo tuve que darme la vuelta y mascullar un par de palabras feas en español para que dijera las palabras mágicas “¿berapa?” o “ ¿cuánto?”. Ahí supe que tenía la batalla ganada :D 50000 rupias fue el precio acordado por mi “suitte”, unos 4€. La verdad es que el sitio no estaba nada nada mal.



La habitación era muy amplia. De hecho, es la más amplia en la que he estado, y eso incluye todos los hoteles, albergues y hostales de Hong-Kong, Thailandia, Malasia e Indonesia. Tenía más mierda que el palo de un churrero debajo de la cama, y las sábanas apestaban a perros muertos, pero tenía muebles para colgar la ropa y ¡¡¡hasta un espejo!!! Qué más podía pedir!! Era el paraíso!! y a 50 metros de la playa!!

Claro que a la mañana siguiente desperté del sueño: 426 picadas de los mosquitos me harían pasar una de las peores noches del viaje (al día siguiente me puse la ropa de combate y los acribillé con Baigón, sí, el mismo que en España), a las 4 las mezquitas encienden los altavoces para el primer rezo del día (aunque sería más lógico decir el último de la noche, ¡¡joder, a las 4 de la mañana es de noche! ¿¡están locos!?), y los 3 putos gallos que viven en el jardín del “losmen” compiten a partir de las 5 de la mañana en ver quien es el más macho de todos, así que canta uno y los otros dos responden. El resultado es un jodido canto de gallo cada 10 segundos desde las 5 de la mañana hasta las 4 de la tarde, porque no, no paran para descansar, deben tener muchas gallinas a las que impresionar... A la segunda mañana ya me hincharon, y les lancé zapatillas, botes de agua y hasta plátanos para alejarlos de mi puerta... Ahora en vez de monos quiero comer gallos. Pero no chicken chicken, quiero chicken macho!

Pasé los siguientes 3 días muy entretenido, en la playa, bañándome y leyendo (ahora estoy enganchado a los libros de ciencia-ficcion. “A boy and his tank” de Leo Frankowski, que pedazo de libro!! recomendado!! ). Tuve bastante suerte con la meteorología, porque aunque llueve todos los días, las mañanas fueron soleadas todas hasta las 4 de la tarde. Luego cae una tromba, que puede durar entre media hora y varias horas. Recordemos que estamos en temporadas de lluvias. Para el que no lo sepa, en esta parte del mundo no existen las 4 temporadas que tenemos en europa: primavera, verano, otoño e invierno. No, aquí sólo hay temporada seca y temporada húmeda. Y ahora estamos en la húmeda, que durará hasta aproximadamente finales de marzo. Así que suele llover todos los días....

Las tardes-noches las pasé jugando a las cartas con Andi y sus amigos ( a ellos también les encantó “la escoba”), jugando a la play en salones recreativos caseros (llegué a la final en un mini-torneo del pro evolution soccer, pero el perro de Andi me ganó en los penaltis jajajaja), y al billar. Y como yo era el único giri en el pueblo, venga a recibir miradas indiscretas, a responder preguntas típicas a cualquier que quería practicar su mejor inglés, y a aguantar los intentos de estafa de los típicos vendedores en la playa.

Pero piqué. Estaba aburrido y...los tatuajes molan!! Me hice dos tatuajes, de gena, de esos que se van en un par de semanas. En la pierna un dragón chino, y en el brazo, una cachonda sirena. Ahora soy un “bad boy” como dice Chris :P




Por el de la pierna el precio eran 250000 rupias. Se lo saqué por 50000. El del brazo fueron 10000 rupias. 3,7€ y 0,75€ respectivamente. Y es que a estas alturas, ya soy un tiburón de las negociaciones! Aquí o espabilas, o te comen. Y además, puedo hacerlo en su propio idioma, lo cual me suma puntos. Cuando les hablo en indonesio saben que llevo tiempo aquí y...no va a colar una clavada jejeje pero lo intentan!!

Esos días comí en la playa casi siempre. A pesar de que eran días entre semana y no había casi nadie en la playa más que algunos adolescentes, pasaban vendedores ambulantes, cargando con la cocina a cuestas, y puedes comer arroz, spaguettis chinos con albóndigas, frutas, algunos dulces de pescado (sí si, dulces de pescado...) por menos de un euro.





El fin de semana vino Chris a visitarme desde Yakarta. Y sigue siendo la persona más dulce del mundo :)






Volví el domingo con ellos a Yakarta, a pasar la noche para el día siguiente coger el tren aquí, a Bogor y exprimir mis últimos días en Indonesia.

Malasia lo tiene muy difícil para superar mi experiencia en este país.