Bandung

Yogya me dio exactamente lo que esperaba: un montón de monumentos y de arte y tradición Indonesia, junto con la diversión y alborozo de una ciudad moderna y joven. Pero a 3 semanas para que expire mi visa no me puedo parar demasiado en un mismo sitio si quiero ver más Java. Mis siguientes dos paradas eran Bandung, la capital de la provincia Oeste de Java, y Yakarta, capital del país.

De Yogyakarta a Bandung son 7 horas de tren. Esta vez no quería probar suerte, y aflojé 80000 rupias (5,70€) para ir en un tren “ejecutivo” con asiento asegurado y aire acondicionado. El viaje se pasó rápido leyendo la guía y un libro nuevo, que ya he cambiado porque no me ha gustado nada, pero tuve un problemilla con la comida, y es que la chica encargada de recoger los pedidos de comida de los pasajeros no hablaba ni papa de inglés. Le pedí un “Nasi goren” sin picante (un plato de arroz frito con verduras y huevo frito), lo mismo que la chica que se sentaba a mi lado. Cuando llegó el plato, solo uno de los dos pedidos, se lo cedí a ella, y yo me dispuse a esperar mi plato. Media hora después el plato no llegaba. Cuando por fin se pusieron a recoger los platos sucios, le recordé que yo aún no había comido y que estaba a punto de darle un bocado a la gorda de delante como no me trajeran algo. Conseguí entender que la cocina ya estaba cerrada... Así que nada, el “mister” se dio un atracón de galletas de chocolate que llevaban ya 1 semana en la mochila y estaban sosas y fofas. No pasa nada, pero me jodió que la chica de al lado ni siquiera me diera una disculpa o las gracias por cederle MI plato y verme pasar más hambre que el perro de un ciego. Encima la tía se deja medio plato de comida...a punto estuve de comer los restos.

En Bandung me alojé en el hotel “by Moritz”, cerca de la estación de trenes, por 70000 rupias la noche (5€) con desayuno incluido, y esa misma noche quedé con Pandu, un joven indonesio con el que había intercambiado algunos emails a través de la web de couchsurfing y visita este blog con regularidad ¡¡Hola Pandu!! :)

Con su moto nos fuimos a tomar una birra a una especie de centro comercial, con decenas de jóvenes sentados por allí y charlando, muy animado el sitio.



Estaba cansado así que pronto nos retiramos. Quedamos para el día siguiente visitar algunos lugares. Él está de vacaciones, así que me recogió a las 9 y pusimos rumbo a una mezquita del centro de la ciudad. En ella hay una enorme torre desde la que se puede ver la ciudad desde la alturas, pagando unas 3000 rupias creo, unos céntimos. Bandung es muuuuy grande. Es la cuarta ciudad más grande del país




De ahí seguimos rulando en moto entre el caótico tráfico, y a ritmo de frenazos, acelerones y pitadas llegamos a la “Jean´s Street”, la calle de los tejanos, el lugar que han escogido decenas de tiendas para vender sus ropas vaqueras. Baratas y de todos los colores, tallas y marcas. Pero lo verdaderamente interesante es la manera que tienen de llamar la atención para atraer a los compradores, y es que sobre las entradas de dichas tiendas tienen colocados unos enormes figurines de personajes de ficción: Spiderman, Rambo, Tarzan, Goku o hasta el mismísimo superhéroe de la serie de Shin-Chan, "Ultrahéroe" xD





Pandu me invitó a comer a casa de sus tíos, donde él está viviendo. Gente muy agradable e interesada por conocer algunas cosas de España y nuestras costumbres. Hicimos un rato el canelo y por la tarde fuimos a las calles más céntricas de Bandung a pasear: Jalan Asia-Africa y Jalan Braga. Luego una cena en un centro comercial mientras esperábamos la hora del cine. Pedí un filete de pollo con papas fritas, y de cubierto me pusieron una cuchara y un tenedor. Al pedirle a la chica un cuchillo para poder partir el filete me miró muy extrañada, como si estuviera loco, y me hizo gestos de que usara la cuchara para tirar del filete mientras pincho con el tenedor. Toda una aventura conseguir comer sin desperdigar las patatas por todo el local.



La peli de “Avatar” estuvo genial, la recomiendo para el que no la haya visto. El cine también, muy confortable, lo cual es importante para una peli de 3 horas. Lo malo: ¡esta gente no sabe comer palomitas! El paquete más grande que pude conseguir es igual en tamaño al más pequeño que puedes encontrar en España! Y yo sin palomitas no puedo disfrutar de una peli! Lo mismo para el agua. La venden en botecitos de 20 cl. Con dos tragos, adiós al agua. Así que nada, a una palomita por minuto conseguí estirarlas hasta el mitad de la peli más o menos. Pensaba salir a por más, pero la peli me enganchó y no me dejó :)

Al día siguiente nos unimos a dos amigos de Pandu y a las 7:30 fuimos a pasar el día a “ Curuh-Cimahi”, a una hora en moto de Bandung. Es un lugar precioso con una cascada enorme.




Les enseñe a jugar a la “escoba”, que es lo mismo que “escobar” como decían ellos, con una baraja de poker china, lo cual tiene guasa. Después de unas risas tiramos para el agua. Estaba fría como su pm, pero sin pensarlo demasiado nos fuimos metiendo Pandu y yo. No sé la altura de la cascada, pero al menos debían ser 50 metros, así que el agua golpeaba MUY duro cuando te caía encima. Costaba mantenerse debajo más de 20 segundos por los latigazos que metía, pero fue estupendo.






Todo el lugar es estupendo. Tiene un par de warungs por si quieres comer ahí, y bancos con mesita para jugar a las cartas o charlar. Les enseñé a jugar al poker, a pesar de que los musulmanes tienen prohibido los juegos de apuestas jajajaja Jugamos con garbanzos fritos, así que no rompimos ninguna norma :)



Comimos en un lugar al que nos llevó Angus, uno de los amigos de Pandu. Se trata de un lugar típico de comida sundanesa: una casa de madera que se asoma al barranco con unas vistas de la ciudad muy bonitas, sin mesas. Comimos en el suelo al estilo sundanés, con las manos, un montón de platos típicos: arroz rojo (una especie rara de arroz, algo más cara que el arroz blanco), culebras fritas con cabeza y todo, verduras fétidas (y es que la verdura está rica, pero la tradición dice que tras comer estas verduras, las deposiciones apestarán como nunca. Por supuesto, me hinché para comprobarlo más tarde jajajaja), calamares, pollo y té. Comer arroz con las manos es divertido, tienes que aplastar el arroz para hacer una pequeña masa, y así te metes un buen puñado en la boca.





Por la noche nos volvimos a reunir los 4 y fuimos a jugar al billar en una sala auténtica donde al menos había 50 mesas de billar. Tras esperar un rato, y pagar 35000 rupias por un litro (2,5€) nos tiramos a la mesa. Ellos juegan sobre todo a “bola 9”, pero no es el mejor juego para aprender a jugar, y Pandu era un novato total, así que de nuevo les enseñé el modo de juego de España, el de la bola 8 negra y tal. Y allí pasamos la noche, entre música, cerveza escandalosamente cara, humo, y pedos fétidos.

Muy buena de nuevo la experiencia de CS, con Pandu muy generoso con su tiempo, y sus amigos muy buena gente.

Al día siguiente cogí tren por 50000 rupias a Yakarta. Y aquí estoy, rodeado por 9 millones de personas en la capital (otros 15 millones en los alrededores), en Jalan Jaksa, la calle de los mochileros de la ciudad en un hostel de mala muerte a 50000 rupias la noche (3,50€), pero rodeado de CSrs con los que no me voy a aburrir. Ayer cené con Chris y 2 amigas. Hoy con Hellen. Me sigue encantando este país.