Prambaran, Borobudur y fin de anyo

Jogyakarta, 1 de Enero de 2010

Estos dos últimos días los he dedicado a los grandes monumentos cerca de Jogya: el Prambaran y el Borobudur. Tomando el bus 3A desde Jalan Maliboro te plantas en la estación central, y desde allí enlazas con estos dos lugares por 7000 rupias a Prambaran y 20000 a Borobudur.

Primero hice el Prambaran.




Es el mejor ejemplo del poderío que una vez tuvo en Java el hinduismo. Construidos entre los s. VIII y X, cuando la isla se encontraba gobernada por los Sailendra budistas en el sur y los Sanjaya hindúes en el norte, entre los terremotos y el saqueo por parte de los habitantes de la zona dejaron al Prambaran en un estado lamentable, antes de que se pusieran manos a la obra para su restauración. Aún hoy hay muchísimos templos por los suelos, pero se puede disfrutar de otros cuantos en pie y atisbar la belleza de lo que en su día fue un imponente complejo de templos en honor de Shiva, Brahma o Krishna.

La entrada es bastante cara, 11 dólares usa, o 110000 rupias. Precio “especial” para extranjeros, claro. Pero vale mucho la pena. Perderse entre sus semi-derruidas torres, admirar los relieves tallados en la roca, o sentarse a meditar dentro de uno de esos templos no tiene precio.













Allí me convertí entre los locales en un elemento más de atracción. No sé cuántas veces me pararon para sacarse fotos conmigo. Dos chicas solas, un grupo de jovenes o toda una familia, a veces en grupo y a veces uno detrás de otro hasta completar toda la familia: papás, primos y abuelos. Al principio lo vi un poco raro, pero al día siguiente en el Borobudur ya me lo tomaba a guasa, poniendo caras raras y haciéndoles bromas para aumentar la “magia” del momento. Si es que puede haber magia en sacarse una foto con un tipo que no conoces de nada...

Esta mañana tocaba el Borobudur.



Es uno de esos lugares que se quedan grabados en la retina de por vida. Construido con dos millones de bloques de piedra en forma de “stupa” simétrica, se sitúa sobre una colina (igual que el gran Budha que ví en Hong Kong) formando una base de 120m cuadrados, donde seis terrazas cuadradas están coronadas por tres circulares. En la cima, la mayor “stupa” del mundo.

El monumento está concebido como una visión budista del cosmos, donde en la parte inferior está la vida terrenal y va subiendo hasta el “nirvana”. De tal manera que los relieves de los diferentes niveles van representando distintas escenas, desde la pasión y el deseo que domina el mundo cotidiano, hasta el cielo de la parte superior.

Muchas imágenes de buda, y debe de haber cientos, están sin cabeza, fruto del saqueo. Pero al igual que en Prambaran, uno tiene la sensación de estar en un lugar especial, cargado de energía.












Entre ambas visitas, entramos en el 2010. Al ser un país musulmán, pensé que la cosa estaría tranquila. Pero qué coño. Menuda fiesta que montamos ayer en Jalan Maliboro, la calle central. No cabía un alma más en la calle, fuegos artificiales, gente tocando sus instrumentos caseros, haciendo sonar estruendosos pitos, actuaciones musicales en los parques, etc... Y todo sin ningún tipo de mal rollo. No vi ni una sola pelea ni nada que se le pareciera. Al contrario. Estaba yo tan contento haciendo sonar mi pito al ritmo de “a por ellossss oeeeeee” y la peña de los alrededores me seguían el ritmo. Al final no sé cuántos éramos cantando el “A por ellos” de la selección, pero nos debieron oir hasta en Malasia. Muchas risas.

Como siempre, no me fue difícil integrarme en un grupo de jóvenes que se esforzaban porque mi estancia con ellos fuera la mejor de mi vida. Venga a invitarme a “arak”, a darme tabaco, a sacarse fotos conmigo, etc... Al final un grupo de 6 nos fuimos a ver los fuegos artificiales y a dar un paseo. Que gente más agradable coño. Fue un fin de año diferente. Y por primera vez en mi vida, NO TENGO RESACA EL DIA UNO!! jajajaja

Algunas fotos de la juerga y un vídeo que ya subire.







Mañana me piro de Jogya. Siguiente parada: Bandung.