FELIZ AÑO NUEVO!!!

15-2-10 En algún lugar de la costa Oeste Malaya, rumbo Norte

¡¡¡FELIZ AÑO NUEVOOOOOOOOOOO!!!!

Así es, he vuelto a celebrar de nuevo la entrada a un nuevo año. El año del Tigre, que según el calendario chino, comenzó ayer, día 14 de febrero, el mismo día de los enamorados.

El día 13 recogí a Chris en el aeropuerto de AirAsia, la terminal de bajo coste LCCT de Kuala Lumpur. Tras dejar las cosas en la guesthouse “Oasis” y preparar unos sandwich de tortilla francesa, nos fuimos a dar una vuelta por Chinatown, que ella tenía muchas ganas de visitar. Chris es de Indonesia, pero de familia y tradición china. De ahí que se sintiera como si estuviera visitando su tierra natal o algún lugar muy familiar para ella, pese a no haber estado nunca allí. Todo Chinatown está siempre lleno de tiendas chinas, carteles en mandarín y colores rojos por todos lados. Lo miraba todo con los ojos muy abiertos, parándose a cada momento a probar comida en cada puestecito callejero y curioseando en las tiendas. Comprendo perfectamente cómo se sentía, porque si yo visitara “Little Spain”, estaría flipando igual, probando las tapas y tal :)

Probamos un té chino helado y me compré una camisa roja por 4€ para estar presentable al día siguiente, pues la tradición dice que para celebrar el nuevo año chino debes llevar algo rojo.

Algunas fotos de Chinatown




Después de una siesta, cogimos el “Rapid KL”, el metro, para ir a “Little India”. Pasamos por un mercado callejero nocturno y luego callejeamos un rato.

Algunas fotos de Little India: hay bastantes videoclubs llenos de pelis de "Bollywood" y mercados en la calle. Tb pongo una panorámica de una mezquita. Después de 3 meses en países árabes, me empieza a gustar mucho su arquitectura.




De lo que está absolutamente lleno little India es de joyerías de oro, donde exigen xagerados collares. Me recuerdan a MA del "Equipo A"


Vista de las Petronas y de la Torre de Comunicación desde India


Cuando nos entró hambre, nos sentamos a comer comida India. Ésta se basó sobre todo en una torta de pan, que puede ser de mayor o menor tamaño según el hambre que tengas, a la cual puedes rebozar con distintos tipos de salsas, carnes y condimentos tu mismo, con las manos. Luego enrollas un poco la torta y para adentro. Hay que tener cuidado si no te gusta el picante, porque suele estarlo bastante. Yo le pedí al chico que no me trajera nada picante, y entre toda la selección de cosas que tienen para echarle al pan, sólo una de ellas era sin picante: garbanzos en salsa. Lo acompañamos con un té helado que estaba bastante bueno.

Lo de la izquierda era la comida de Chris, y se llama “Masala”, y lo mío era “Japati”. El Masala lleva una especie de masa de patatas fritas con cebolla dentro. El mio está pensado para rellenarlo a tu gusto. Cenamos bien por 6RM, algo más de un euro. Muy barato.



Pero claro, también hay que ver el lugar. Mientras esperaba la comida, pasó una rata de unos 8 kilos entre las mesas que estaban en la calle. La gente se limitó a levantar las piernas para que la rata pasara hacia su destino, la alcantarilla, y siguió comiendo como si nada. Una mordida de ese animal y te puede arrancar un dedo o algo.

Volvimos caminando a Chinatown, y pasamos por otro mercado callejero, esta vez especializado sobre todo en comida. Allí vi un puesto de una fruta con una forma muy similar a la pera, pero roja. Le pedí a la tendera que si me podía vender una unidad, pero no era posible, ya que lo mínimo era medio kilo. Así que sonriente me regaló una para que la probara. Mientras nos íbamos me la comí, pero a los 50 metros decidí volver atrás y comprar medio kilo. Estaba riquísima, muy jugosa y con un sabor muy dulce. Una delicia. Se llama “Guava”.

También compramos más adelante una especie de dulce de trigo relleno de maíz, llamado “Martabak”, y salimos de allí porque la oferta era demasiado variada y tentadora.




Nos fuimos al hotel y ya no salimos. Estábamos cansados del madrugón y de la caminata de todo el día, aunque teníamos muchas cosas que celebrar, ella como china y yo porque se cumplían 3 meses de mi viaje.

En la noche del día 13 se entra al nuevo año Chino. No vi carteles de grandes fiestas, ni se escucharon petardos ni ruidos en las calles. La tradición china es bastante tranquila en cuando a la celebración, y normalmente se limitan a reunirse en casa del miembro de la familia más anciano, darle dinero a los jóvenes y en algunos casos hay dragones bailando por las calles. Nada similar a las exageradas celebraciones de los occidentales. Lo que sí habían son imágenes de tigres por todos lados, lámparas de papel rojas por doquier y gente vestida de rojo.

Yo cumplo 3 meses de viaje! Y para celebrarlo pongo esta foto con mis pulseritas, una por cada país. De derecha a izquierda, está Hong-Kong (China), Thailandia, Indonesia y por último Malasia. A ver si puedo colocar alguna más :)



Otra de las cosas que hoy celebraba: ¡¡he perdido unos 9 kilos en estos 3 meses!! Cuando salí de España, estaba en unos 84 kilos. Ahora estoy en 75! Ni recetas mágicas, ni el régimen de la cebolla, ni pastillas ni hostias. Lo único que hace que uno baje kilos es sudar y hacer ejercicio. Y por estas latitudes, el cargar con una mochila hace que sudes mogollón.

Y luego está el día de los enamorados, y aunque lo de Chris y yo va despacio y sin presionarnos, nos sentimos muy a gusto juntos, y si hay que celebrar algo, ¡pues se celebra!

Al día siguiente, día 14, nos acercamos al mega parque que yo ya conocía de una de mis visitas anteriores a la ciudad. Paseamos un rato, pero hacía una calor de mil demonios, así que pensamos en las Torres Petronas. Chris quería ver el centro comercial que hay dentro de ellas y ¿quién es uno para llevarle la contraria a una mujer cuándo ésta quiere ir de compras?

Algunas fotos del parque




Cuando sales del RapidKL entras directamente en el centro comercial de las Petronas. Tiene 5 pisos y estaba decorado cómo no, de rojo por la celebración, y es que cerca del 30% de la población Malaya es China, y eso son unos cuantos millones. Otro 5% son Indios y de otras etnias, y el 65% restante es malayo.



Lo primero fue salir fuera y hacer las típicas fotos de rigor, pero estábamos en plan vago, así que nos buscamos mucho ángulo para que salieran las torres :P




Entramos a una exposición de fotos realmente buena. No entiendo nada de fotografía, pero muchas de ellas me dejaron con la boca abierta. Eso sí, creo que hoy en día el uso del Photoshop y tal para crear efectos y trabajar la imagen hace que la “auténtica” fotografía pierda algo de magia.



Comimos en un restaurante Vietnamita, y por fin me atreví a aprender a usar los palillos chinos para comer!! Es muy fácil!! Chris me enseñó a colocar los dedos, y es todo lo que debes saber hacer, luego puedes mover los palillos como si se tratara de prolongaciones de tus dedos. Al final del almuerzo era capaz de quitarle a Chris de sus palillos su comida con los míos en un rápido movimiento jajaja!! o de coger el grano de arroz que yo quisiera del plato!



La comida Vietnamita está bien, y se basa mucha de ella en vegetales y pescados. Pedimos 4 platos que compartimos y la cuenta fue de 72RM, unos 15,20€ Puede parecer caro, pero era un restaurante de lujo dentro de las Torres Petronas. Pagué yo, era mi regalo de San Valentín. De postre Chris me compró unos bombones por los que llevaba yo suspirando todo el día. Lo del régimen está bien, pero sin pasarse, que mi objetivo está más que cumplido :P

Después de la siesta en la guesthouse nos dimos un paseo por el World Trade Center, que está en la parte nor-oeste de la ciudad. Hay que hacer un trasbordo en la estación “Masmid Jamek” para pasar del Rapid KL al Monorail. Allí, un enorme centro comercial y millones de tiendas... Cenamos en un puesto de comida iraní. La comida se basó en arroz largo (algo duro para mi gusto), pollo, pimiento, tomate y patatas fritas, acompañadas por la misma torta de pan que usan tanto los indios. Lo mejor: el té. Riquisísimo. Me acabé toda la tetera, un auténtico placer.



Y nos fuimos pronto a la cama, que al día siguiente nos esperaba un tute de 6 horas en autobús, desde Kuala Lumpur a Kuala Perlis, en el norte del país, para luego coger un ferry hasta Langkawi, la isla sin impuestos, de la cerveza y el chocolate barato :)