viernes, 20 de noviembre de 2009

Bangkok-Thailandia

Bangkok

Quizás Bangkok no sea el lugar ideal para una primera toma de contacto con Thailandia, y menos aún la zona de Kao San. Si bien Hong Kong es una ciudad que te deja respirar su aire, entrar poco a poco en su filosofía de vida, a tomar contacto con su realidad y ser consciente despacio de otra forma de vida distinta a tus costumbres, Bangkok es todo lo contrario.

Quizás el hecho de haber vivido en Las Palmas, y saber lo que es el turismo masivo desde que tengo uso de razón sea un handicap para viajar a ciertos lugares sin mostrar de manera automática una mueca de desagrado.

En cuando pisas la zona de Kao San y las calles de alrededor como Rambrutti te das cuenta de que formas parte de un engranaje que se ha ido formando alrededor de los turistas, como en tantos otros lugares. No me da vergüenza aceptar mi condición de giri. Lo soy por el simple hecho de ser extranjero, es algo obvio y contra lo que no tiene sentido luchar, aunque vayas en plan mochilero, te pongas ropa típica del sitio, seas hippie o aprendas algunas palabras en su idioma. Sabes que te van a sacar los cuartos, y si pueden los pellejos y la cabellera por el simple echo de tener diferente color de piel. A más de uno he oído decir: “yo no soy el típico turista, a mi no me gusta ir a los sitios que salen en las postales, a mi me gusta callejear”. Si, a mi también me gusta callejear y salir de la ruta típica preparada para el turista, pero sigo siendo un giri más intentando disfrutar de “otro “ tipo de turismo, aunque seguramente lo que piensen los lugareños sea “mira, otro que se ha perdido”. Y también me gusta ir a los sitios de las postales, porque son maravillosos la mayoría. Si no disfrutara de los sitios “extraordinarios”, sería negar mi condición de giri que está viajando y eso es estúpido. Otra cosa es entrar en todos y cada uno de las rutas donde te llevan de la mano para ver tal o cual cosa. Por ahí no paso. Un mapita y a patear.

El caso es que la zona de Kao San Road está lleno de eso, de sacacuartos, estafadores, putas y de precios absurdos. Me ha gustado el Gran Palacio, los mercados callejeros (ahí sí que hay buenos precios), los miles de puestos de comida que cualquiera monta en cualquier sitio, la comida y la fruta, las cervezas, la desinteresada ayuda de algún viandante cuando nos perdimos, la arquitectura antigua, la alegría de la mayoría de la gente con tendencia a reírse ante cualquier cosa. Bangkok es Bangkok, diferente a cualquier sitio donde haya estado antes, y sólo por eso merece la pena ir. Sólo pasé dos días, dos más habrían estado bien, porque me faltaron por visitar muchísimos sitios, es posible que vuelva más adelante.

Sin embargo no me ha encandilado, ni mucho menos. Me ha defraudado sentirme como una oveja que espera ser trasquilada, el agobio de pensar que cualquiera que se dirige a mi es para estafarme porque eso te impide disfrutar de un sencillo paseo (no dicen que para ellos robar es una de las peores cosas que puedes hacer? Joder, y no están robando al venderte por 5x el precio real de algo?), el buda tumbado, el servicio que me dieron en los lugares donde dormí y comí, con desgana como si te estuvieran haciendo un favor por hablarte...

Ya perdí la cámara de fotos. A ver si cuando llegue a Bali compro una a buen precio. Mientras tanto, las fotos serán las que saque Ruben.

Thailandia es muy grande, y sólo conozco la zona de Kao San de Bangkok, pero me queda un sabor agridulce de mi paso por ahí. A ver si Phi Phi mejora la Thailandia maravillosa que debería ser...

Aquí unas fotillos.








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