jueves, 19 de noviembre de 2009

Hong Kong 2

Hong Kong/2
Al dia siguiente nos levantamos tempranito. Queríamos ir al teleférico de la orilla de enfrente, que según me dijo el chino que se sentó conmigo en el avión, tenía unas vistas impresionantes. Cogimos el ferry que nos llevó al puerto de la ciudad “vieja”, no recuerdo el precio, pero era barato, sobre 2€ o así. Durante el viaje conversé con una pareja joven de mexicanos, y me enseñaron un mapa con la ruta que iban a hacer en autobus, bajándose en el mismo punto al que nosotros pretendíamos ir. Nos pareció buena idea, y nos acercamos a comprar el ticket cuando llegamos. 20€!!! Ni de coña, nos dimos la vuelta y por curiosidad nos pusimos a mirar otros autobuses, y encontramos uno violeta, el “Rickshaw Sightseeing Bus” que hacía lo mismo por 5€, y a ese nos subimos. El caro es el ROJO, creo que la compañía se llamaba “The Red bull” o algo así...





Nos bajamos en la parada que estaba cerca de las escaleras mecánicas más largas del mundo, para caminar luego hasta el teléferico.




Nos perdimos un poquillo, así que subimos caminando!! una hora de subir empinadas cuestas nos dejó exahustos, pero valió la pena. Hong Kong es una ciudad muy húmeda, y allí donde dejaran terreno sin asfaltar, crecía la selva.

Curioso que en una ciudad tan modernísima sigan usando andamios hechos con cañas!! Esto lo vimos por todos lados. Supongo que sus ventajas es su precio y su ligereza, pero no me veo subido a un andamio de estos a 300 metros de altura. Y los hay, los vimos muchas veces...



Llegamos arriba sudando, y hacía un frío que pelaba, se había puesto a chispear y hacía viento, y yo en camisa corta. Arriba hay un centro comercial, así que me compré un jersey por 12€. Subimos a lo alto de uno de ellos, a un bar ambientado en película de “Forrest Gamp” llamado “las gambas de Bubba” y ahí vino mi primer timo. Le pregunto a la camarera el precio de dos cervezas y me dice que 99 HKD, unos 10€. Siendo donde estábamos y el tamaño de la copa siendo enorme, le digo que OK. Pues pretendía la tia cobrarme 198 HKD, unos 20€!! Ni de coña, le protesto diciendo que me había dicho que tal y cual, y ella decía que se refería a una y no a dos. Total, que le digo que no pago eso, y al final acordamos que me pone dos copas de menor tamaño. Total: 15€ dos cervezas en lo alto del centro comercial de la colina más alta de Hong Kong. Si, ya lo se, hice el primo. A este paso el viaje no dura ni 3 meses. Sin embargo, despues del pateo para llegar alli, pense que me debia dar un homenaje. Lástima del malísimo tiempo que hacía, la niebla impedía ver gran cosa.




Luego nos separamos Ruben y yo. El a callejear y yo a ver un templo que había a los pies de la colina.



Comí en una tienda cutrecilla, con mesas de bar en la calle, un plato de arroz con curry y cerveza por 3€, y ahí conocí a un muchacho del lugar con el que estuve hablando largo rato.



Me dijo que me dirigiera al Golden Bauhinia Square, donde está el Museo Botánico y el centro de Exibiciones y Convenciones, edificio que me recuerda al famoso de Sydney. Allí podría subir a lo alto de uno de los edificios a ver la vista, pero la niebla seguía jodiendo, así que no lo intenté y me entretuve viendo pescar a los abuelillos. No me quería ir sin ver qué sacaban, hasta que uno tuvo éxito y amablemente me permitió sacar una instantánea del feliz momento.




Un rato más de callejeo y vuelta con el ferry. Ya era de noche y seguía lloviendo, pero no quería irme al hotel, así que pagué 12 escandalosos euros por un paraguas y me fui al parque de Kowloon. Precioso, pero en la noche no se puede ver ni el centro de pájaros exóticos, ni la charca con peces de colores, ni los patos, etc... Lo que sí vi eran a las ranas en su salsa, remojándose a gusto mientras el resto de las personas se escondían...

El día siguiente madrugamos. Queríamos aprovechar la mañana para visitar un par de cosas, cerca del aeropuerto, en la Lantau Island. Cogimos el metro y después de un de trasbordo nos bajamos en la última parada de la línea naranja. Luego Teleférico para subir a la “Ngong Ping Village”, un pueblo temático. Una pena que la niebla impidiera ver más que 5 metros delante tuya, se suponía que las vistas eran preciosas. El pueblo está curioso por la arquitectura tradicional china, pero el objetivo era ver la estatua “Tian Tan Buddha”

Hay que caminar un ratillo desde el pueblo, hasta que llegas a una plaza. Entonces ves las cientos de escaleras que te separan del Buda, uno de los más grandes del mundo. La ascención vale la pena, incluso bajo la maldita niebla, porque al llegar arriba te quedas sin habla ante el pedazo de Budda y las estatuas que lo rodean.








Cerca está también el Monasterio “Po Lin”. Ahí quemé 3 inciensos para asegurarme buena suerte y salud.



Se nos echaba el tiempo encima, así que autobús hasta el aeropuerto, que el avión a Bangkok nos esperaba.

1 comentario:

  1. ke bien me lo estoy pasando leyéndoteee!!! jur jurrr!! como si me llevaras en el bolsillo bro! XD

    kena

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