Bangkok, again.

24-2-10 Bangkok

Pasar de Kuala Lumpur a Bangkok en tren es un coñazo que no le recomiendo a nadie. Lo primero es que no es tan barato como esperaba, en total unos 27€. Por poco más, si lo sacas con tiempo, por Air-Asia vas más cómodo en avión y llegas antes.

9,50€ para el primer tramo, de KL a Hat-Yai (ya en Thailandia), de 14 horas de duración (menos mal que era de noche y más de la mitad del trayecto fui durmiendo en mi litera, muy a gusto). Al pasar la frontera el tren se para para que todos hagan el papeleo de inmigración. Son 5 minutos y es gratis, pero aquí me llevé una sorpresa. Esperaba 1 mes de visa, como la primera vez que estuve en el país, pero por lo visto ese mes te lo dan si entras por avión. Al hacerlo por tierra, sólo dan 15 días. Muy bien, aceleraré un poco. Total, sólo estoy de paso por Thailandia.

17,50€ para el segundo tramo, de Hat-Yai a Bangkok, de 15 horas de duración. También de noche, en una litera bastante cómoda. Entre medias pasé una tarde en Hat-Yai, la cuarta ciudad más grande de Thailandia. Con sólo unas horas, no pude ver nada especial, sólo muchos centros de masaje, centros comerciales y cerveza barata ¡¡por fin!! Tenía pensado pasar un día o dos aquí, para mover los músculos después del tute del tren, pero dado que sólo tengo 15 días para cruzar el país lo descarté.

Así que tras 29 horas de tren, llegué a Bangkok. Es mi segunda visita a la ciudad, y ya conocía la zona de Banglampu (Kao San Road y Rambrutti), el palacio real y los monumentos de la zona, y pensé en alojarme en otras zonas, como Siam Square, pero como dice el refrán, más vale malo conocido que.... Además, tampoco quiero estar mucho tiempo en Bangkok. Dos noches a lo sumo. Quiero salir pronto para el norte, a Ayutthaya, la antigua capital del país, cuándo éste se llamaba Siam.

75 baths al taxi y me pongo a buscar alojamiento en Rambrutti (el cambio es un euro por 49 baths). Y como siempre pasa cuando tienes prisa y no miras bien, me metí en un sitio caro y cutre. 350 bs (7€) por una habitación de 3 x 3m. El ventilador funciona bien, pero no me ayuda a pillar el sueño, porque justito debajo tengo un pub que compiten por ser el que toca la guitarra más alta de toda la calle...

Sólo estaré una noche más, lo justo mientras espero que me entreguen otro par de gafas que he encargado esta tarde. Las que me compré en Kuala Lumpur las perdí en algún lugar del aeropuerto de KL, cuando fui a despedir a Chris...Sin cachondeos, que son las segundas gafas que pierdo en menos de 1 mes. Menos mal que no son muy caras, unos 30€

Pasé la tarde currando. Sí, sí, teletrabajo se le llama :P Y por la noche paseíto por Kao San Road. Cené en un puesto callejero con palillos chinos. ¡¡Ya soy todo un experto!! Los Thais son mucho más antipáticos que los malayos o los indonesios. Muchísimo más. Parecen estar cabreados todo el día. O quizás son estos, los de la zona más turística. Parecen estar hasta los webos de los turistas, y no se molestan por esbozar una falsa sonrisa para venderte algo o ser agradables. Directamente, cara de perro.

Qué diferencia la de ahora con el flipado que llegó aquí hace 3 meses. Todo me parecía cojonudo. Quizás las caras de los thais eran las mismas, pero antes me parecían más...guays...

Unas fotillos de estos dias:

-Llegada a Bangkok


Kao San de noche y el tío preparando mi cena



26-2-10

Las gafas me las entregarían por la tarde, así que usé la mañana para ver zonas de Bangkok que no pude ver anteriormente, hice el check-out del hostal, y dejé mi mochila en la óptica.. Así no tendría que pagar otra noche en la ciudad, ni buscar un lugar para dejar mi equipaje. El tren salía a las 4 y 10. Es la única thai en 3 días que es algo simpática.

Pillé un tuk-tuk para ir a la zona de partida, y el resto lo haría andando. Los tuk-tuk son una risa. Suenan a motos de 50cc, a cacharra, pero van a toda hostia por la ciudad sorteando los coches y otros tuk-tuks. La coña es que si el tío gira bruscamente, el cubículo donde tú estás metido se balancea de una manera chunga, y más vale que te agarres a los asideros o puedes salir volando en una de esas xD



El primer lugar elegido es un complejo ubicado en el centro de Bangkok, a orillas del río. Se llama “Wat Benchamabophit” o “Templo de Mármol”, y está formado por un palacio y otros pabellones. Unidad y simetría es como describiría a este templo.





Dentro, alrededor de un patio interior, hay una colección de más de 50 budas, unos originales y otros copias, ilustrando distintos estilos de escultura de varios períodos.





Cuando uno se mueve entre monumentos de arte antiguo thailandés, nunca se cansa de hacer fotos. Cada esquina, cada punto de vista, esconde escenas fantásticas. No se trata de religiones o de las ideas que intenta expresar la escultura o grabado, sino de armonía en estado puro, de arte, de algo que te toca la fibra sensible, y no puedes más que suspirar y sentirte muy pequeño rodeado de tanta belleza.






Dentro de ese complejo hay un árbol enorme, y a su alrededor, enterrados en sus raíces, ataúdes de fallecidos. Supongo que será un árbol sagrado.




Luego me di un paseo hasta el “Wat Makutkasatriyaram”, otro enorme complejo con un pabellón principal y otros más pequeños adosados. Lo único que me llamó atención de aquí fue uno de los pabellones, con el interior totalmente pintado con escenas de la vida antigua thai. Muy bonito.



Esto es un colegio. Los thais tratan de salvaguardar su arte y arquitectura en muchas de sus construcciones, lo cual me parece muy acertado y le da cierto orden a la ciudad que de otra manera sería muy caótica.




Luego le llegó el turno al “Golden Mouth”. No conseguí una buena foto a distancia, para que se observe bien, así que “robo” esta de la red :)



Está situado sobre una colina artificial de 76mt de altura, que mandó construir el rey Rama III. Hay que subir 318 peldaños de escalera para llegar a la cima, desde la cual, hay unas vistas de la ciudad impresionantes.



En la cima está colocada una enorme estupa dorada, lugar de rezo de algunos, y puedes tocar un gong y unas campanas para que te traiga suerte, así como ofrecer ofrendas a la estupa, que te traerá salud, dinero o suerte, según lo que entreges.



Luego me acerqué al cercano estadio de kick-boxing. Hay peleas todos los días, de lunes a jueves, con unos 10 combates cada día, pero el día fuerte era el viernes 26, cuando se ponían en juego varios títulos. Las entradas cuestan entre 1000 y 2500 baths. Carillo. De todas maneras, me iba en un rato...pero me quedé con las ganas. Aún no he visto ningún combate de Thai-Boxing auténtico!

Comí en un puesto callejero, y volví a Rambrutti. Recogí mis gafas y la mochila y puse rumbo a la estación de trenes. Siguiente parada: Ayutthaya