Aún recuperándome de mi desafortunado paso por la selva de Tioman, cogí el barco destino Mersing, ya en tierra firme (35RM, 2h). En esa localidad no hay mucho que hacer, así que directamente fui a la estación de autobuses e hice tiempo hasta que salió el bus para Kuantan, a 3,30h de distancia (14RM), más al norte en esa misma costa Este.
En ese bus conocí a un inglés y a la llegada nos fuimos juntos a buscar un hotel. Las habitaciones suelen ser siempre de 2 y es más barato para ambos. Solo teníamos una dirección que salía en la LP, y hacia allí fuimos a pata, que estaba cerca. Resultó estar en pleno “red light district”, la zona de puta vamos. Eran las 12 de la noche y chinas, malayas y travelos nos salían al paso pidiendo guerra. Si ya resulta raro que una tía te diga por la calle “¿a dónde vas, guapo?”, imagínatelo de una china con acento inglés estilo “chiquito de la calzada”. Raro no, entre cómico y embarazoso.
Nos metimos en varios tugurios de mala muerte de 3€ la noche, pero tras mis últimas experiencias voté por un sitio con algo de clase, y encontramos un sitio bbb: el “Hotel D´Luxe”. Y era un auténtico lujo de habitación, con aire acondicionado, sabanas limpias, ducha en la habitación y sin bichos. Y por solo 36RM (7,50€) que entre dos es nada.
Yo salí a jugarme la vida, esquivando besos volados y micros de karaoke en la calle, en busca de conexión a internet, que tenía “bussiness” que hacer, pero estaba todo chapado. Volví con la sensación de ser el único hombre en 1 km a la redonda que no estuviera allí para otra clase de “negocios”.
Por la mañana, fui a visitar la mexquita de la ciudad, una verdadera belleza, y según dicen de las más bonitas del sudeste asiático:
El inglés se piró al parque nacional de Nussa Tengarra, un bosque selvático enorme y el más antiguo del mundo. Yo, como comprenderéis, paso de la selva por un tiempo. Cogí un mapa, miré y elegí el destino a boleo. El bus a “Cherating” costaba solo 4,7RM (1,3h) y estoy contento de haber escogido este destino, un sencillo pueblo de pescadores con algunos complejos humildes de bungalows, restaurantes en primera línea de playa y mucha tranquilidad, pues es temporada baja.
Me alojo en los bungalows “Matahari” a 30RM la noche (6,30€), a 2 minutos de la playa y el paseo marítimo que he explorado esta mañana. Una cama de matrimonio, un baño adosado, mosquitera y descanso me vendrán muy bien para coger fuerzas para la siguiente fase de mi viaje, que aún no desvelaré :)
Esta vez no pongo fotos, pues es más de lo mismo. Playas de arena blanca, cocoteros y tumbonas :)
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