Un maravilloso ocaso me despide, como si esta tierra andaluza que me ha acogido estos últimos 5 años me quisiera recordar que aquí seguirá a mi vuelta. Por más que desee salir de aquí, que lo deseo, también tengo mucho que agradecerle a Jaen.
Creo que mañana a esta hora ya estaré comiendo tallarines y arroz. Quizás por eso mi cuerpo se ha empeñado en hacer limpieza estos últimos días. Tanta vacuna ha trastornado mi organismo, y me voy con un pañuelo en una mano por el constipado que tengo, y con la otra apretando el culo. Ya tengo cagalera, y eso que no he llegado a comer nada rarito, manda narices.
A parte de eso, las cosas empiezan bien, y es que es una actitud positiva, atrae el buen rollo y la buena suerte.
-Un viaje cómodo y rápido en autobús desde Úbeda a Granada. Se me pasó volando escuchando a Coldplay en el mp3 y viendo el ocaso que me despedía de Ubeda. No me hubieran importado unos cuantos truenos y relámpagos, la verdad, hasta los webos estoy ya, pero un poco de romanticismo a la cosa tampoco viene mal.
-Un conciertillo esperándome, y es que mientras caminaba desde la estación de autobuses a la casa de Ruben, tenía que hacer tiempo hasta que él llegara del curro, y mientras me preguntaba qué podía hacer, ya a 200 metros de la casa, me da por sentarme en un banco, y allí escucho los acordes y la voz de un tipo cantando hasta desgañitarse, un blues negro de los de verdad, justo enfrente de mi. Se trata del pub “The Legend”, a 200 metros de la rotonda de Cruz de Humilladero en Málaga. Entro y me pido una un tercio, y mientras me saco el dinero del bolsillo veo un cartelito que indicaba que era el día de la cerveza, a 1€ el tercio. Hoy es mi día coño!!. Cojo un buen sitio y disfruto del concierto. Aquí saqué una instantánea y un video, que aprovecho para estrenarme en youtube para disfrute del personal, aunque me temo que la calidad del sonido no es muy allá...
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