viernes, 20 de noviembre de 2009

Ko Phi-Phi / Thailandia

2 días en Phi Phi, y no quiero hacer una valoración definitiva de mi estancia aquí, no podría. Me llegará de manera automática con el tiempo.

Antes de llegar había leído de todo: gente que echaba pestes porque en su opinión esto era el Benidorm Thai, donde te venden todo a altos precios altos por disfrutar de playas saturadas de gente con arena blanca y mar cristalino. Y gente que hablaba maravillas comparando esto con el paraíso de calma, tranquilidad y paisajes de ensueño.

Yo creo que ni la euforia ni la desesperanza es buena en exceso, nada lo es. El sitio es bonito, si, es precioso. Es caro, también. ¿Está masificado?, depende de a dónde te vayas. ¿El submarinismo es increíble? Lo es si no has buceado mucho antes de venir aquí y de si pagas un taxi-bote para que te lleve a los sitios chulos.

Estoy disfrutando de playas de arena blanca tan fina que parece pan rallado, de peces de formas y colores que nunca había visto antes, de paisajes rocosos y selváticos hermosos, de paz y tranquilidad, de no saber qué día o qué hora es, de sentir el buen rollo que trasmiten el resto de viajeros que, al igual que yo, han venido para darse un homenaje y disfrutar. Para eso vine aquí. Pero al igual que en Bangkok, no estoy disfrutando de sentirme una tarjeta de crédito andante, de la primera playa masificada que encontré y que apestaba a gasolina (menos mal que pronto descubrí alternativas), del pésimo servicio de hostales, restaurantes y tenderos, y del miedo a comer algo en mal estado, que ya llevo 2 días malito del estómago. Ah, y hasta los webos también de Bob Marley que parece que es lo único que se puede poner aquí para algunos chiringuitos y me van a hacer odiarlo.

Como no me puedo estar quieto, y soy incapaz de estar tirado a la bartola en la playa, y sobre este punto estoy seguro que algún familiar se echará las manos a la cabeza asombrado ante esta afirmación (lo siento, pero cuando viajo soy otro, de echo llevo toda la semana levantándome a las 7 de la mañana), me lo estoy pasando muy bien haciendo cosas. No puedo estar 4 horas tumbado leyendo un libro. Supongo que el viaje acaba de empezar...ya tendré tiempo de descansar más adelante.

Ayer alquilamos un Kayak y nos fuimos a la “Monkey Beach”. Es una playita a 20 minutos de remo, con unos monos muy graciosos. Están ahí, delante tuyo, esperando que les des un platanito o algo que echarse a la boca. Familias enteras de ellos, crías muy graciosas incluidas. Son más listos que el demonio, cuando llega la hora de las visitas de turistas, y empiezan a llegar barcos, salen de sus escondrijos en las rocas y van a la playa a comer gratis, saltan para robarte la comida de la mano y se mosquean si te quieres reir de ellos. Un turista quiso darle una hoja de un árbol, y uno de ellos se pilló un rebote de tres pares, se puso a chillar y fue a moderle. Fue muy gracioso ver a un tío de 100 kilos corriendo perseguido por un monillo de 5 kilos hasta el agua. Hay monos en los Zoos, pero es muy distinto a verlos a medio metro de ti, a su aire. Están acostumbrados a tí y es un reclamo turístico? Supongo, pero para mí fue mágico sentarme al lado de un macaco que estaba a su rollo en una roca quitándole las pulgas al vecino.

También me he comprado unas gafas y tubo de buceo, y he estado pateando toda la isla, que no es tan pequeña como parece, buscando lugares chulos, pero me ha decepcionado un poco. El coral está muerto en el 90%, gris y sin más vida que los peces que se comen lo poco que queda de ellos. No sé si es a causa del cambio climático, del Tsunami que lo hirió de alguna manera, o de la pesca con dinamita de los perezosos pescadores (aunque no he visto que se haga tal cosa aquí). El caso es que he tenido que nadar bastante adentro para ver coral vivo, de todos los colores del arco iris, precioso. Tube la suerte de encontrar peces payaso. Que graciosos son, descubrí una familia entera dentro de una anémona. Había visto un documental sobre ellos, y sabía que el padre atacaba si siente amenaza, así que acerqué un dedo a ver qué hacía y fue a por él. El animal es del tamaño de un dedal, me partía de risa viéndolo tan valiente.

Lo de los peces aquí es acojonante. No sé si será algo normal, yo nunca he buceado más allá de Canarias o Andalucía, pero no tienen miedo de los nadadores. He tenido a peces de un tamaño considerable (digamos del tamaño de un mero joven) a 20 centímetros de mi, comiendo de la roca a su bola, y lo mismo para bancos enteros de peces que no sabría nombrar, casi rozándome. Puedes extender la mano y tocarlos. Es increíble sumergirte y nadar entre ellos, como uno más de su fauna. De todos los colores, tamaños y formas. Creo que cuando vuelva me sacaré el curso Padi ese. Ahora entiendo a mis primos, adictos al submarinismo :)

Aún se ven los efectos del tsunami. Hay laderas llenas de escombros y se ven algunos grupos de voluntarios recogiendo basura. Nuestro hostal se encuentra bastante cerca del “viewpoint”, un mirador con bonitas vistas en un punto muy alto de la isla, pues casi casi hasta ahí arriba llegó el agua. Acojonante. Y hablando del hostal...es un complejo de bungalows situados en una inclinadísima pendiente en una colina. Me pedí una habitación en lo alto porque supuse que tendría unas bonitas vistas, pero lo único que se ve es un enorme árbol y lo que se suponía que es un embalse, pero debe de hacer bastante tiempo que no llueve y más que embalse es una apestosa charca, caldo de cultivo de millones de mosquitos que no tienen otra cosa que hacer que chuparnos la sangre.

También hay muchos gatos. Cientos. Creo que los resorts los alimentan para mantener a las ratas a ralla, porque como digo hay muchas zonas de aguas estancadas, escombros y tal. Eso sí, la zona turística está muy limpia. Hoy he encontrado la primera colilla en la arena.

La gente tiene muy buen rollo, pero son muy sosos. Esto está lleno de suecos, finlandeses, alemanes, etc... gente del norte, y eso se nota. En la playa hay un silencio total. En España estaríamos jugando a la pala, futbol y tirándonos bolas de arena. Hoy le grité a un español que estaba a lo lejos algo sobre una ruta de kayak, y todos los que estaban dentro del rango acústico se giraron. Un capullo español había roto el magnífico silencio paradisíaco. ¡Venga ya! Así que hoy voy a salir a tomar una copilla. Desde Bangkok que no salgo y será la mejor manera de catar el ambiente de las famosas Moon Party, que por lo visto las hay cada noche....si es que el que no tiene fiesta es porque no quiere...

Calor, sudor, playas y cerveza Chang. Phi Phi puede defraudar a algunos y encantar a otros, que cada cual saque sus conclusiones, pero en mi opinión es un lugar excepcional, siempre que sepas lo que te vas a encontrar y sepas “llevarlo”.










1 comentario:

  1. A VECES EL MAYOR DISFRUTE KE PUEDES SENTIR EN UN LUGAR, CUAL SEA! ESTÁ, SIN IR MAS LEJOS, EN LA PROPIA ESENCIA DE LA TIERRA. EN RESPIRARLA. EN LLENARTE DE ELLA SIN FIJARTE NI ESPERAR NADA DE LO KE EL HUMANO HAYA HECHO CON ELLA.

    kena.

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