martes, 5 de enero de 2010

¿Qué es lo que más te ha gustado?

Aún no he escrito lo de los 3 días que he pasado en Bandung, y no sé cuándo lo voy a poner, que estoy muy perro últimamente, así que para que esto no decaiga, copio aquí parte de mi diario personal.

[......]-”¿Qué es lo que has visto que más te ha gustado de Indonesia?”- me preguntaba hace unos días una amable chica musulmana que se había ofrecido a compartir su tuk-tuk conmigo para acercarme a su pueblo a ver cómo trabajan la plata.

-”Lo que más me ha gustado no es lo que he visto, si no lo que he SENTIDO”- fue mi respuesta

A pesar de que ya he comentado varias veces en este blog lo amable y lo cariñosa de la gente indonesa, no me cansaré de repetirlo, y es que este es un país que está esperando con los brazos abiertos a los visitantes, para dar los mejor de ellos mismos, para demostrar que la realidad de sus gentes está muy alejada de las bombas o el radicalismo de algunos locos, y para no desanimar a los temerosos que ven un tsunami en cada ola o un terremoto en cada noticia de esta zona.

Algo está podrido en occidente. Algo hay que no me encaja. [......] Es algo que engloba al modo de vida de los occidentales. Podemos tener todos los lujos que queramos: tv por satélite, coches, ropa cara, botellas de “Chivas” exclusivas en la despensa o una botella de vino exclusiva para cada ocasión...cualquier cosa, pero hace tiempo que olvidamos lo verdaderamente importante. Esta gente sabe sonreír, sabe compartir lo poco que tiene, sabe ser hospitalaria con el extraño. Hay algo en el ambiente que es diferente. Es posible que mientras reflexiono sobre esto, yo mismo esté contagiado de la atmósfera positivista que normalmente acompaña al viajero. Y también es muy posible que tanto moroso y tantos problemas con tanta gente en el trabajo me haya "quemado" en cierta manera. Siempre me digo a mí mismo que no hay que ser radical en NADA en esta vida, que en la medida está el gusto, que los escesos no son buenos en ningún sentido, etc... Y por ello quiero pensar que es sólo una racha, que no hay que mirar el conjunto, sino a cada individuo de manera personal. Pero estoy TAN quemado de tanto listo y de tanto cabrón, de tanto choriceo, mamoneo, mentiras, prejuicios, politicuchos liantes y mangantes y de tanta falta de honestidad que....me dan por decir estas cosas: Occidente está podrido.

El otro día tuve acceso a TV por satélite, y por curiosidad puse el canal Internacional de TV Española. Quería oír las noticias de casa. Negativas todas, hasta que llegó el apartado de política. Entonces apagué la tele. El PP sigue con su política de acoso y derribo, atacando e hiriendo donde puede, pase lo que pase y sobre el tema que sea. ¿Y ellos se llaman patriotas? Es difícil que la población de un país sea feliz o viva en un clima de cordialidad si sus representantes políticos están todo el día con el hacha en la mano. Muchas veces me he intentado convencer a mí mismo de que la política me la trae floja, pero lo cierto es que no es así. Me preocupan ciertos temas que creo fundamentales. Pero no voy a hablar de política aquí, que me enciendo.

El caso es que no he visto cosa más triste en mi vida que el metro de Madrid, ni cosa más alegre que un tren “ekonomic” indonesio. ¿A qué se debe esa enorme diferencia? ¿Dónde olvidamos que mirarse a la cara es importante para ver al individuo? Y mejor si es con una sonrisa. ¿En nuestro alto estatus de vida hemos llenado la casa de cosas para dejar el alma fuera? ¿Por qué creemos que el extraño es extraño y es mejor que lo siga siendo? Vale, ya sé que ni todo el mundo aquí es cojonudo, ni España es tan mala. Ni mucho menos. Amo a mi país. Me refiero al efecto que produce a las personas de los países desarrollados el vil metal, la competitividad extrema, el consumismo, etc... Mira Suecia. Uno de los países más desarrollados del mundo y es también el que más suicidios registra entre su población. Y es que el dinero, como bien sabemos, no da la felicidad. Que se lo pregunten a los indonesios.[.....]

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