jueves, 14 de enero de 2010

Yakarta vale la pena!

Suele ocurrir que cuando tienes grandes expectativas sobre un lugar, al llegar y verlo con tus propios ojos, es posible que te defraude. Pasa exactamente lo mismo a la inversa: si tienes una imagen horrible de algún sitio al que vas a ir, al llegar no suele ser tan horrible, sino todo lo contrario. Eso pasa con Yakarta, la capital de Indonesia.

Había leído que es una ciudad superpoblada, supercontaminada y supercaótica. Excepto lo de la superpoblación, mi experiencia no sufrió ni lo segundo ni lo tercero. Es una ciudad enorme, y masificada, por tanto hay contaminación y tráfico difícil, pero no más que en otra gran ciudad como Surabaya, por ejemplo. El sistema de transporte público funciona muy bien para cruzar la ciudad de norte a sur, o viceversa, desde Bloq-M a Kota, usando los autobuses rojos, los de TransYakarta, a 3500 rupias el viaje. Yo lo usé muchísimo para moverme en mis varias quedadas.

Y es que en una ciudad como esta, no falta gente con la que divertirse. Como he venido haciendo últimamente, tanto en Surabaya como en Bandung, contacté con gente de Couchsurfing. Puse un mensaje en el foro buscando gente que hablara español para juntarnos unos cuantos, y la respuesta fue cojonuda. 5 ó 6 personas contestaron, y en seguida me vi organizando quedadas para desayunar, comer y cenar.

De esta manera conocí a Hellen, Maria, Ika, Lena, Nancy, Yudhi, Fajar y a los amigos de estos (se me olvida alguien, seguro). Durante los 6 días que pasé en Yakarta tuve encuentros con pequeños grupos de otros Csrs. Incluso el último día, desayuné, almorcé y cené ¡con 3 grupos distintos! Un poco estresante, pero me ha sorprendido muy gratamente la respuesta de los CS indonesios. Aunque al final prácticamente no se hablara español, la cosa era conocerse, charlar, pasar un buen rato y recabar algunas sugerencias de futuros viajes y demás.

La quedada gorda fue en un garito “salsa”, cuando nos juntamos unos 10. La idea era bailar un poco salsa y tal, pero hay que ver cómo se toma esta gente el tema del baile! Después de ver cómo se movían en la pista las parejas que querían practicar en “directo” lo aprendido en sus clases particulares, dije que ni de coña salía a la pista. Yo bailo al estilo “campechano”, así que esos pasos, esos meneos, esa coordinación que tenía esa gente....ni de coña! En fin, muy buena gente, y espero seguir teniendo contacto con ellos por Facebook para ver por dónde nos movemos todos y tal. Quién sabe si alguna vez volvemos a coincidir en otro país :)

Distinto fue el tema con Chris, con quien disfruté de las MEJORES cenas que he tenido en Indonesia. Me llevó primero a empacharme de marisco, y otro día a un restaurante chino que nada tienen que ver con los que hay en España. ¡¡Que sopa de marisco por dios!! Entre medias pasamos un día muy agradable paseando por algunos sitios bonitos de la ciudad, aunque no es que haya muchas zonas “verdes” en Yakarta. Es la persona más dulce que he conocido nunca, un verdadero encanto. Besitos Chris!

Aquí algunas fotos de esos encuentros:






En lo que se refiere a lugares interesantes de la ciudad, realmente me dejé llevar de la mano de Chris y los Cs. Sólo el primer día fui por mi aire a tomar contacto con el ambiente de Yakarta. Visité el Monas, también deshonrosamente llamado “la erección final de Sukarto”, un dictador depuesto: un imponente monumento en forma de obelisto y acabado con una llama dorada, como los cientos que hay por el país simbolizando la independencia de Indonesia. Bajo la inmensa columna, bajo tierra, está el Museo de Historia Nacional, con decenas de dioramas con distintos momentos importantes de la historia del país, sobre todo de luchas independentistas, bastante partidistas como es lógico.



También me acerqué al Museo Nacional, situado en un imponente edificio de corte clásico, donde se puede uno hacer una idea de toda la historia del país a través de los miles de esculturas, piezas de cerámica, trajes, maquetas, armas, etc...



Yakarta es una ciudad muy moderna, en mi opinión un tanto obsesionada con los centros comerciales. Hay demasiados. Pero el centro está muy bien distribuido alrededor del Monas. Esculturas y monumentos no faltan, junto con modernos y enormes edificios de negocios y gubernamentales, aunque más atractivo me pareció el barrio chino, con sus farmacias de medicina tradicional, sus mercados y sus puestos de comida callejera y frutos secos.












Me alojé en Jalan Jaksa, la calle de mochileros, en dos sitios diferentes, por 50000 rupias y 60000 respectivamente (el segundo con baño privado, estaba harto de esperar media hora para poder ducharme). Esa calle, como es normal, nunca duerme, y puedes encontrar un supermercado, comida oriental y occidental, bares y música en directo, cóckteles, etc... Lo bueno es que tienes la línea de transyakarta a 5 minutos, para moverte por la ciudad a tu aire. Me dijeron que hay otra calle parecida, la calle Kemang, pero no me pasé por allí para comprobarlo.

Yakarta es una ciudad enorme, y eso se nota en la gente. 9 millones de personas no pueden ser todas tan felices como me parecía que lo es el resto del país. Ahí no hay tantas sonrisas, tantos niños gritando “míster” a un lado de la calle, y se deja ver la enorme distancia que separa a las clases sociales, con gente durmiendo en las calles, etc.. En cierta manera, agradecí que me trajeran a la “realidad” de nuevo y me sacaran del “sueño” de indonesia. NO OBSTANTE, ni la ciudad es tan sucia (al menos por el centro), ni el tráfico es tan caótico (en horas puntas cualquier ciudad lo es). La gente sigue siendo muy amable, la zona de Kota, la antigua, es muy interesante, y cualquier fanático de la moda estará en su salsa con tantísimo centro comercial. No faltan los suburbios, las callejuelas y los warungs, para cualquiera que quiera perderse o disfrutar de comidas indonesias, chinas o javanesas.

En esta zona del mundo se ha puesto de moda algo que ya vi en Hong Kong, y es que unos pececillos te limpien de piel muerta los pies, o cualquier parte de tu cuerpo que metas en el acuario donde te esperan los hambrientos animales. Al principio la impresión es muy fuerte cuando ves que los cien peces te mordisquean y sientes unas cosquillas difíciles de aguantar. A mi me dio por reírme a carcajadas, para disfrute del personal que pasaba por allí, pero al cabo de un rato te acostumbras y se pasa. Es un masajillo agradable, y por 2€ merece la pena probarlo :)



También me sorprendió la cantidad de manifestaciones que vi por la ciudad. Hasta 3 diferentes en 3 días distintos. No tengo ni pajolera idea de qué reivindicaban al estar los eslóganes en indonesio, pero la cosa estaba muy bien organizada, con el tráfico cortado, policías siguiendo a los manifestantes, y sin ningún tipo de problemas, al menos hasta donde yo vi.




El visado de turista se me acaba el 27 de enero. Ya tenía el billete para salir del país desde Bali a Kuala Lumpur, pero paso de ir a Bali. Me costaría más dinero y mucho tiempo que sacarme otro billete nuevo. Así que me fui a una oficina de Air Asia y pillé un vuelo por unos 30€ a KL para el día 26(por alguna jodida razón que la caixá sabrá, no me funciona la tarjeta de crédito por internet y pagué 10€ de más. Contento me tienen!). Ya he decidido los siguientes pasos (aunque cambio de planes cada 3 días). En principio estaré un mes en Malasia, y luego paso a Camboya y Laos :)

Con casi una semana en Yakarta decidí que había sido suficiente, a pesar de lo bien que lo estaba pasando. Aún me queda mucho Oeste de Java que ver, sobre todo las playas, que ya hecho de menos!! Así que hace un par de días cogí un tren “ekonomic” hacia Banten. La idea era bajarme allí y dar un paseo por la zona a ver qué se veía, pero en el tren conocí a un par de personas que me hicieron cambiar de idea. Por un lado está el Sr. Sunerman con quien jugué un par de partidas al ajedrez en el trayecto de 5 horas que duró el viaje:

Aquí está concentrado delante de mi netpc:




Quedamos 1-1, así que sin dudarlo me invitó a visitar su casa en Serang, pues le encantaría presentarme a su familia y enseñarme la ciudad. Una persona realmente amable. Quizás vaya a saludarlo si tengo tiempo.

El camino, como siempre, agradable pese a estar a 30 grados y a las decenas de personas que entran al tren y pasan por los abarrotados pasillos tratando de vender sus productos: arroz, huevos duros, tofu frito, frutas, dulces de coco, y muchas más cosas que soy incapaz de reconocer aún. La gente me sigue llamando “míster”, los niños siguen abriendo sus enormes ojos para verme mejor y las personas mayores me siguen ofreciendo de todo sin pedirlo. Creía que por tratarse de Yakarta la gente estaría más acostumbrada a los extranjeros, pero no, me sigo sintiendo como un personaje de hollywood allí por donde voy... Las vistas, espectaculares una vez sales de Yakarta, como este volcán que se ve al fondo. Lástima de la cámara que tengo (el móvil), pero creo que algo se puede ver:



Ya a punto de llegar a Banten conocí a Andi, un simpático joven que me aseguró que Banten era una porquería, que no había gran cosa que ver, y que si quería playas me fuera con él a Anyer. En seguida me convenció, y en su moto nos hicimos el camino hasta su casa, un modestísimo apartamento de 1 habitación que comparte con un amigo y compañero de trabajo. Me invitaron a dormir en su habitación, y después de compartir una cerveza y la cena (arroz en agua y pollo) como pudimos nos acoplamos por el suelo, aunque se empeñaron en que yo usara su único colchón, y no hubo manera de hacerlos cambiar de idea... Al día siguiente, nos levantamos a las 5, pues ellos iban a currar, y me busqué un albergue por 50000 rupias (3,5€). Hoy los invité a venir, y aquí han pasado la tarde, jugando las cartas, con unas birritas y unos snacks.




Datos curioso: curran de 7 a 8 horas diarias, de 7 de la mañana a 3 de la tarde, a menudo los domingos incluidos, por 1 millón de rupias al mes, en una fábrica de muebles. Esto es unos 74€. Por su habitación de 3 x 3 metros, sin muebles y sin cocina y con el baño fuera, de agua fría por supuesto, pagan 200000 rupias mensuales. Teniendo en cuenta que un plato de arroz frito con huevo frito (Nasi Goreng) cuesta 10000 rupias, uno se hace a la idea de que no se pueden andar con lujos. Sabiendo eso, ahora me siento como un verdadero cabrón pagando a 25000 rupias la cerveza. ¡¡Una birra es el 2,5% de su sueldo!!

Para compensar un poco mi feeling de culpabilidad, hoy le he regalado mis zapatillas de deporte a un ciego en la calle, que tenía los dedos de los pies hechos polvo. La verdad es que no me hace sentir mucho mejor. Espero que al ciego sí.

2 comentarios:

  1. I think your journey this time in Banten, you get something valuable about tolerance in life with someone. Really interesting story. I hope to hear more amazing stories again :) but somehow the most amazing part in this blog when you said "Yakarta vale la pena!". Because in fact that nobody in Indonesia from other cities said so. :p

    But the good part is that you had nice experiences there :)

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  2. Sólo leí el principio porke se me cierran los ojillos ya..
    Pero antes de caer tengo ke comentar:

    LAS ESPECTATIVAS SON SIEMPRE MALAS CONSEJERAS.

    Noches hermano!
    We love you..

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