Kelimutu

Ende, Flores 16/12/9

Después de Labuan Bajo y los dragones de Komodo, me decidí a internarme más en Flores. Su principal atracción es el Kelimutu, en el centro de la isla, por lo que me dirigí a Ende, una ciudad portuaria a dos horas del volcán.

Al llegar a la ciudad, a las 10 de la noche, mientras buscaba hotel y preguntaba precios, conocí a Javier, un simpático menorquín que me invitó a compartir habitación con él. Juntos íbamos a explorar al día siguiente el mágico y místico volcán.

Los lugareños creen que el Kelimutu es un lugar sagrado, ya que según la leyenda, las almas de los difuntos acuden a estos lagos para descansar, y las malas personas son destinadas al lagoTiwi Ata Polo, el más oscuro de los tres lagos de colores que hay en la cima de este hermoso lugar. Y estando allí arriba, en silencio pensé que esa historia es tan válida como cualquiera de las “leyendas” cristiana, musulmana, hinduísta, etc... Todos, al fin y al cabo, hablan más o menos de lo mismo, y me parece hermoso pensar que mi alma pueda descansar en alguno de los lagos turquesa que estaba contemplando.

Un “bemo” nos llevó desde Ende a Moni, en la base de la montaña, y allí negociamos con los lugareños para que nos subieran a la cumbre en sus motos y nos esperaran para bajarnos después. 50000 rupias fue el precio acordado.

La carretera llega hasta el lugar, y luego sólo tienes que subir unas empinadas escaleras para llegar al “Inspiration Point”, desde donde se pueden contemplar los 3 lagos. Sus aguas cambian de color constantemente cada cierto tiempo debido a los minerales que contiene la montaña: turquesa, café con leche, azul, marrón, etc... En el momento de mi visita, eran verde esmeralda dos de ellos, y el tercero azul oscuro.

Tuvimos suerte de que lloviera fuerte antes de subir, y no nos pillara la tromba allí arriba, y pudimos disfrutar de, para algunos, lo más espectacular de Nussa Tenggara mientras las nubes descansaban sobre el borde de los cráteres, dándonos permiso para admirar en silencio.